Probando el servicio de Saal Digital ¿Recomendado o no?

Recientemente tuve noticias, a través de Instagram, de una promoción de la marca Saal Digital para obtener algunos de sus servicios a cambio de reseñas sinceras en blogs y redes sociales. Saal es un magnífico ejemplo de la reinterpretación moderna de lo que antiguamente se conocía como laboratorio fotográfico (qué viejo me siento de repente 😏). O sea, el sitio al que se llevaban los carretes de fotos para que te los revelaran y donde también te hacían ampliaciones, retoques, composiciones, etc. Esos sitios generalmente también vendían material fotográfico para el profano: carretes, marcos, álbumes. Recuerdo que durante una época se pusieron muy de moda los locales donde te revelaban las fotos en apenas una hora, que tenían una gran aceptación, porque la gente estaba deseosa de ver cómo habían quedado sus instantáneas. Ahora, con las cámaras digitales y los teléfonos móviles, en los que puedes ver tus fotos al instante, esto puede sonar a marciano, pero hubo una época en la que el mundo de la fotografía era mucho más físico (y considerablemente más caro) que ahora.

Pero, pese a la inmediatez de la fotografía digital, las capacidades de retoque de Photoshop y similares, y la posibilidad de compartir nuestras imágenes de manera instantánea a través de las redes sociales, sigue habiendo una magia especial en el formato físico que los píxeles no pueden emular. Poder sentarse tranquilamente a ojear las páginas de un álbum, llevar un book impreso de tus mejores trabajos para mostrar a familiares, amigos y empresas, o tener en la pared un recuerdo imborrable inmortalizado para poder recrearnos con su visión, son placeres que los aficionados a este hobby tan especial seguimos necesitando, y empresas como Saal Digital llenan ese hueco perfectamente. Así que cuando vi su promoción no me lo pensé dos veces y enseguida contacté con ellos.

De todos los objetos que están en promoción yo escogí el Cuaderno Fotográfico. Desde que empecé con la fotografía de la naturaleza siempre deseé tener recopilaciones de mis mejores trabajos para mostrar sin tener que recurrir al móvil o a tener que llevar encima un disco duro, así que esta era la ocasión perfecta para conseguirlo. Al poco de presentarles mi solicitud Saal me cedió un vale de 20€, así que sin más dilación me puse manos a la obra.

En su página web podemos ver que los productos que ofrece la empresa son muy variados, desde copias físicas, hasta objetos personalizados, pasando por posters enmarcados y calendarios, todo un muestrario de formatos en los que podemos inmortalizar nuestras fotografías, con innumerables opciones de customización, para que todo quede exactamente a nuestro gusto. El diseño de la página es sencillo y limpio, con las categorías muy bien organizadas y perfectamente a la vista, lo que hace que la navegación y el uso sean de lo más sencillo. Localizada la categoría correspondiente, cuadernos fotográficos, entré a ver las opciones con las que contaba y me di cuenta de la inmensa cantidad de formatos que manejan para un mismo objeto. Se puede escoger el tamaño de las fotos, la cantidad de páginas en incluso el material en el que queremos que se impriman.

Para la confección de nuestro producto debemos descargar un pequeño programita, de poco más de 7 megas. Yo lo he probado en W10 y funciona sin problemas, además no consume muchos recursos del sistema, con lo que no necesitaremos tener una máquina demasiado potente. En caso de ser usuarios de Linux (Adobe ya no da soporte para este sistema operativo) o de tener algún problema para instalar la aplicación siempre podremos hacer la configuración en su tienda virtual online, pero el programa nos permite trabajar con mucha más comodidad y rapidez. La instalación no debería darnos mayores problemas, pero como yo soy Don Pupas, mi ordenador dijo que no quería colaborar y no me dejó. Así, de regalo, pude poner a prueba el soporte técnico de la compañía, que me contactó en pocas horas para brindarme la solución, aunque yo opté por instalarlo en otro ordenador para no perder más tiempo. ¡Bueno, porque quise hacerlo así! ya comenté que en la pagina principal de la web, donde está el enlace de descarga del programa, hay un hipervinculo que lo ejecuta en el navegador con las mismas opciones para configurar cualquier formato y realizar el pedido.

Imagen obtenida de la web www.saal-digital.es

La interfaz de la aplicación es amigable y muy intuitiva. Tendremos mensajes en pantalla que nos irán guiando por todo el proceso.

Es tan sencillo como cargar las imágenes que queramos incluir en el cuaderno, redimensionarlas y posicionarlas en el lugar que deseemos y añadir los elementos decorativos que más nos gusten. La cantidad de opciones de personalización puede llegar a resultar abrumadora, pero el programa nos brinda siempre una simulación del resultado final, con lo que resulta muy sencillo ir escogiendo las que sean de nuestro gusto. Entre estos elementos tendremos, por supuesto, rótulos con los que poner acotaciones o explicaciones a las imágenes, que además podremos ajustar al tamaño, alineación y fuente que queramos. Al final la tarea se hace hasta divertida (bueno, a mí es que el tema del diseño siempre me han gustado mucho).

Una vez que el producto está finalizado procedemos a la compra. Dependiendo de los parámetros que hayamos escogido (tamaño, material, nº de páginas) el programa calcula el precio, y tengo que decir que fue bastante más económico de lo que yo me esperaba: un cuaderno fotográfico (encuadernación de anillas) de 38 páginas en tamaño 10x15 (el tamaño de foto tradicional) y en impresión artística por 10,80, que se quedó en 15,75 con gastos de envío. Sinceramente, nada mal. El tema de los gastos de envío puede ser algo problemático para los que vivimos en Canarias, pero con Saal Digital, no hay recargos para los envíos a las islas. El programa también da un plazo de entrega y, en mi caso, se cumplió sin retrasos. Formalicé el pedido el día 16 de junio y la entrega se hizo el día 23. Una semana justa. Y eso porque vivo en Canarias y el pedido lo realicé en fin de semana, para quienes vivan en la península el plazo será mucho menor.

Y, después de tantas vueltas ¿Qué tal es el producto final? ¡Bueno! juzguen ustedes mismos. Estoy muy contento con el resultado.

Lo único que cambiaría es el material de impresión. El formato de calidad artística se imprime en un tipo de cartón texturizado que no permite apreciar la definición de las fotos. Una opción adecuada para imágenes artísticas como posters y cuadros o carteles de eventos, pero que no le hace justicia a las fotos de naturaleza, donde lo importante es el detalle. Sin duda hubieran quedado mejor en papel premium mate, con el que se obtiene mayor profundidad y colores más vibrantes. Pero este error es achacable únicamente a mi desconocimiento sobre los formatos de impresión, por supuesto, lo tendré en cuenta para futuros encargos.

En conclusión, debo decir que mi experiencia con Saal Digital ha sido muy satisfactoria. Su servicio es sencillo, rápido, económico y de calidad. Y sin tener que salir de casa, todo un lujo. La gran cantidad de productos disponibles cubren todo tipo de necesidades ya sea conservar recuerdos, decorar nuestra casa, hacer un regalo original o diseñar recordatorios para un evento. Recomiendo echarle un vistazo a su página web, no cuesta nada, y seguro que encontrarás lo que andabas buscando ¡¡Y puede que mucho más!!